La retorica de la huida se ha quedado mudaNo hay consuelo en la esperanzaCuando no queda luz, ni agua.Voces silenciadas en las quejas que ya no existenSumisión sin pan de cada día,Contengo las ganas de llorar en el trabajo duroEn el camino largo, las calles rotasEn el supermercado vacío de almasEn los libros que dejaré atrás.Era de ensueño viajar por el mundoSuovenirs de vuelta al hogarEl romance de una vida nómadaDistintas latitudes, primaveras, inviernos.Era el idilio de una casita en las montañas andinasUn sembradío y un gran tallerAhora los sueños deberán ir guardados en la carteraComo la estampita de la buenaventuraQue acompañe el viaje obligado.
viernes, 5 de septiembre de 2014
Bitácora Nomada I.
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