viernes, 5 de septiembre de 2014

Bitácora Nomada I.

La retorica de la huida se ha quedado muda
No hay consuelo en la esperanza
Cuando no queda luz, ni agua.
Voces silenciadas en las quejas que ya no existen
Sumisión sin pan de cada día,
Contengo las ganas de llorar en el trabajo duro
En el camino largo, las calles rotas
En el supermercado vacío de almas
En los libros que dejaré atrás.
Era de ensueño viajar por el mundo
Suovenirs de vuelta al hogar
El romance de una vida nómada
Distintas latitudes, primaveras, inviernos.
Era el idilio de una casita en las montañas andinas
Un sembradío y un gran taller
Ahora los sueños deberán ir guardados en la cartera
Como la estampita de la buenaventura
Que acompañe el viaje obligado.

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