Nos ahogamos en presiones de la vida adulta,
no recuerdo haber imaginado una saturación tal
entre mi carrera, tu trabajo, nuestro hogar
las obligaciones rigen el calendario.
Creamos mundos paralelos y luego dejamos de visitarlos
quisiera retornar a los niños perdidos que fuimos alguna vez
las manzanas continúan cayendo, también las naranjas
aunque tus ojos siguen siendo alas para mi.
A veces por circunstancias y sinsabores
la habitación se hace árida, disipando el interés
lo anhelado se desvanece en palabras monosílabas
desiertos dos cuerpos hasta el próximo amanecer.
Rutina desgraciada asesina del calor de tu piel y la mía
Solo una tarde, solo una noche sin tu aroma
y siento que el tiempo se detuvo en mi
solo una melodía lejana con tu recuerdo me acecha.
Mi instinto creador se conjuga con el tuyo
y fluyen los mares del arte en mi
en ti cada minuto cuenta y corres al desván
solo una noche para imaginar y quien sabe cuando vuelva.
Lamentable y maratónicos días sin poder dejar frutos
de ese árbol perenne que por veces arrojo al jardín del olvido.
Lucho y luchamos para no dejar morir las ideas
que como pétalos caen y se marchitan sobre el suelo.
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Tu amor mantiene vivas mis energías para ignorar los gritos y vencer la corriente
