por el estruendo desconsiderado de la ciudad,
solo es posible la huida desesperada,
la anticiudad...
Las agujas del reloj se han detenido,
una nube pasajera decidió meterse en mi bolso.
Entre miles de excusas, opto por esconderme
otro día mas en la densa jungla de mi habitación.
Si suena algún estallido
sabré que la tierra se ha tragado
los males que nos acechan,
tomaré mi bolso con nube adentro
y correré hasta el árbol mas cercano
en busca de un ave que me cuente un secreto.
FloraFrancola.
27/8/11