Hacer catarsis en el camino de regreso para no llorar de tristeza
por lo que se cae a pedazos en esta ciudad,
Bendito el niño que nunca dejó que le cerraran las puertas de la fantasía
haciéndose hombre y volviendo a la infancia con frecuencia
dibujando sobre la realidad con recuerdos, haciendo paralelos sobre la desidia
recreando sueños de futuro sobre las paredes agrietadas