Es mucho mas fácil notar los rasgos que hacen incomoda la vida en esta ciudad, son muchos y ensordecen como feedback. La verdad, entre todo ese ruido es necesario encontrar un medio catártico para no volverse loco, hay mucha gente gritando, una marea de carros que no se detienen ante los peatones desesperados de calor, basura en las calles y mucho humo de nicotina...
Pues finalmente pude encontrar un poco de esa pintoresca escencia que supuestamente existe en estas tierras, "Miles de personas acechadas por el sol, escondiendose bajo sus sombrillas coloridas, caminado hacia el norte, hacia el sur, desde que amanece hasta que ya no queda luz en el cielo mas que solo las estrellas".
Soy felíz aunque me rodea tanta mala educación y voces impertinentes, tanto monóxido y camiones ruidosos, tantos sonidos extridentes y ofensivos; en mi jornada día a día, disfruto contando sombrillas de colores, semejando flores en una ciudad que nunca deja de moverse.